Imaginar historias en la mente es un trastorno psicológico

Crear historias en tu cabeza

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Un estudio reciente publicado en Social Cognitive and Affective Neuroscience podría aportar algunas respuestas. Los investigadores escanearon los cerebros de los fans de la serie de HBO "Juego de Tronos" para ver qué ocurría cuando pensaban en los rasgos de sus amigos, los personajes de la serie y ellos mismos.

Se descubrió que las personas que se sumergen realmente en las historias tenían más actividad en una parte del cerebro que tiende a activarse durante la autorreflexión cuando evaluaban a su personaje favorito. En otras palabras, su cerebro podría dar la sensación de que una persona casi se está "convirtiendo" en un personaje de una historia. Los resultados ayudan a explicar por qué la ficción puede ser una experiencia especialmente conmovedora para algunas personas.

¿Cómo se llama cuando te inventas historias en tu cabeza y creyéndotelas

El padre de Ben nos cuenta lo difícil que es estar alegre con él porque sabe lo que le espera. Pero al final decide encontrar la fuerza para ser realmente feliz por el bien de Ben, hasta su último aliento.

Un análisis reciente identifica esta historia del "viaje del héroe" como la base de más de la mitad de las películas que salen de Hollywood, y de innumerables libros de ficción y no ficción. Y, si echamos un vistazo, esta estructura está en la mayoría de las charlas TED más vistas.

¿Por qué nos atraen tanto las historias? Mi laboratorio ha pasado los últimos años tratando de entender por qué las historias pueden conmovernos hasta las lágrimas, cambiar nuestras actitudes, opiniones y comportamientos, e incluso inspirarnos, y cómo las historias cambian nuestro cerebro, a menudo para mejor. Esto es lo que hemos aprendido.

La primera parte de la respuesta es que, como criaturas sociales que se relacionan habitualmente con extraños, las historias son una forma eficaz de transmitir información y valores importantes de una persona o comunidad a otra. Las historias personales y emocionalmente convincentes atraen más al cerebro y, por tanto, se recuerdan mejor que una simple exposición de hechos.

Me invento historias y me las creo.

Las anomalías de la imaginación son frecuentes y discapacitantes en los trastornos del espectro esquizofrénico (TES), pero se descuidan en psicopatología debido a la falta de un marco conceptual para modelar los trastornos de la imaginación. Recientemente, se ha hecho hincapié en la relación entre los trastornos del yo mínimo y la patología de la imaginación. El objetivo del presente artículo es discutir esta iniciativa haciendo hincapié en su paradigma a partir del reciente giro imaginario en la investigación fenomenológica. Aunque este campo de investigación es actualmente muy activo en filosofía, existen muy pocos enfoques traslacionales en psicopatología o ciencias cognitivas. En este artículo, examinamos cómo la investigación contemporánea relativa a la fantasía y la imaginación puede conducir a la elaboración de un marco epistemológico y fenomenológico para la investigación de la esquizofrenia. En primer lugar, examinamos la literatura psicopatológica sobre la fantasía y la imaginación anómalas en los TSS. A continuación, proponemos una visión exhaustiva del giro imaginario de la fenomenología filosófica. Además, examinamos las implicaciones teóricas y prácticas de tal refundición de la investigación fenomenológica. Mostramos cómo la fantasía y la imaginación están implicadas en el proceso de encarnación, y cómo la identidad y la imaginación están interrelacionadas. Por último, proponemos una visión general de las posibles implicaciones para la comprensión de los procesos psicoterapéuticos y las estrategias de recuperación.

Trastorno por exceso de imaginación

En el siglo XVIII, los ensayistas Joseph Addison y Sir Richard Steele escribieron: "La lectura es para la mente lo que el ejercicio para el cuerpo". Cientos de años después, esta cita no podría ser más cierta. Estudios realizados en las últimas décadas han demostrado los beneficios científicos de la lectura.    Acurrucarse con un buen libro no sólo es agradable, sino que puede repercutir positivamente en la salud mental y emocional.

La lectura de libros, sobre todo de ficción, estimula la mente y la imaginación. Está demostrado que cualquier actividad que posea cualidades meditativas, en las que el cerebro se concentra plenamente en una sola tarea, reduce el estrés y aumenta la relajación. En un estudio realizado por la Universidad de Sussex, los individuos que habían leído durante sólo seis minutos mostraban un ritmo cardíaco más lento, menos tensión muscular y niveles de estrés reducidos. El Dr. David Lewis, el neurocientífico que dirigió el estudio, informó de que la lectura "es más que una mera distracción, es una activación de la imaginación, ya que las palabras de la página impresa estimulan su creatividad y le hacen entrar en lo que es esencialmente un estado alterado de conciencia". Resulta que perderse en un buen libro es la mejor forma de relajación.

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