El dolor puede ser psicologico

El concepto de dolor mental

En algún momento de nuestras vidas todos experimentaremos dolor: malestar físico y/o emocional causado por una enfermedad, una lesión o un acontecimiento perturbador. Aunque la mayoría de nosotros preferiríamos evitarlo, el dolor tiene un propósito real que es bueno y se considera "protector". Por ejemplo, cuando sentimos dolor, el cerebro nos indica que dejemos de hacer lo que nos está causando el dolor, para evitar que nuestro cuerpo sufra más daños.

Sin embargo, el dolor no está destinado a durar mucho tiempo. El dolor que suele durar menos de 3 a 6 meses se denomina dolor agudo, que es la forma de dolor que experimentamos la mayoría de nosotros. Para algunas personas, el dolor puede ser continuo o desaparecer y luego volver, durando más allá del curso habitual de 3 a 6 meses y afectando negativamente al bienestar de una persona. Esto se denomina dolor crónico o persistente. En pocas palabras, el dolor crónico o persistente es un dolor que continúa cuando no debería.

Vivir con dolor a diario es estresante física y emocionalmente. Se sabe que el estrés crónico modifica los niveles de las hormonas del estrés y de las sustancias neuroquímicas que se encuentran en el cerebro y el sistema nervioso, y que pueden afectar al estado de ánimo, el pensamiento y el comportamiento. Alterar el equilibrio de estas sustancias químicas en el organismo puede provocar depresión en algunas personas.

Dolor psicosomático

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El dolor emocional es el dolor o daño que se origina en fuentes no físicas. A veces, este malestar emocional es el resultado de las acciones de otros. Otras veces, puede ser el resultado de arrepentimiento, pena o pérdida. En otros casos, puede ser el resultado de una enfermedad mental subyacente, como la depresión o la ansiedad.

Aunque a menudo se considera menos grave que el dolor físico, es importante tomarse en serio el dolor emocional. Hay una serie de sentimientos comunes asociados al dolor emocional que pueden repercutir tanto en la salud física como en la mental.

En algunos casos, los sentimientos de dolor emocional pueden provocar síntomas físicos que no tienen una causa física identificable. Cuando estos pensamientos, sentimientos o comportamientos relacionados con síntomas somáticos provocan un malestar significativo o una interrupción de la capacidad funcional de una persona, se le puede diagnosticar un trastorno de síntomas somáticos.

Cómo ignorar el dolor

Si alguna vez has estado enfermo o te has lesionado, lo más probable es que eso te haya puesto de muy mal humor. Se sabe que experimentar dolor exacerba otros síntomas, como el estrés y la ansiedad. Pero, por desgracia, al igual que el dolor puede hacer que te sientas peor mentalmente, tu mente puede provocar dolor sin una fuente física, o hacer que un dolor preexistente aumente o persista. Este fenómeno se denomina dolor psicógeno y se produce cuando el dolor está relacionado con factores psicológicos, emocionales o conductuales subyacentes.

No está del todo claro por qué a veces el cerebro provoca dolor cuando no parece haber una fuente física. Algunas teorías sugieren que se debe a la memoria del dolor, un trastorno que hace que el sistema nervioso retenga el dolor mucho después de que se haya curado una lesión. Otras sugieren que este dolor puede deberse a que las señales se confunden dentro del cerebro. La sensación normal de dolor y su localización en el cuerpo suele enviarse a través de receptores nerviosos que transmiten información a la columna vertebral, que a su vez la envía al cerebro. Sin embargo, hay espacio para que los mensajes se pierdan en el camino del punto A al punto B, haciendo posible que el cerebro interprete la angustia mental como dolor físico. Algunos factores psicológicos que pueden causar dolor físico son los trastornos de ansiedad, el trastorno bipolar, la depresión y el estrés.

Dolor psicógeno

El dolor se define como "una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a un daño tisular real o potencial, o descrita en términos de dicho daño". El dolor es una sensación del cuerpo, y es siempre una experiencia emocional desagradable. El papel de la psicología es auxiliar y suplementario al de la medicina. Es una ayuda dirigida al paciente, al médico y a los cuidadores del paciente: cuidadores profesionales, familiares y personas significativas. En cada etapa del proceso diagnóstico y terapéutico, la psicología ofrece ayuda, tanto desde el punto de vista cognitivo como práctico.

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