Perfil psicologico de un criminal

¿Es eficaz la elaboración de perfiles delictivos?

La elaboración de perfiles delictivos es una estrategia de investigación utilizada por los organismos encargados de la aplicación de la ley para identificar a sospechosos probables, y ha sido utilizada por los investigadores para vincular casos que pueden haber sido cometidos por el mismo autor[2]. Se pueden vincular varios delitos a un delincuente concreto y utilizar el perfil para predecir las acciones futuras del delincuente identificado. En la década de 1980, la mayoría de los investigadores creían que la elaboración de perfiles de delincuentes solo era relevante para los delitos sexuales, como las violaciones en serie o los homicidios sexuales, pero desde finales de la década de 1990 se han publicado investigaciones que respaldan su aplicación a los incendios provocados (1998) y, posteriormente, al terrorismo (2000) y a los robos con allanamiento de morada (2017)[3][verificación fallida].

La elaboración de perfiles psicológicos se describe como un método de identificación de sospechosos que trata de identificar las características mentales, emocionales y de personalidad de una persona basándose en cosas hechas o dejadas en la escena del crimen[4].

Hay dos supuestos principales en la elaboración de perfiles de delincuentes: la coherencia conductual y la homología. La consistencia conductual es la idea de que los delitos de un delincuente tenderán a ser similares entre sí. La homología es la idea de que delitos similares son cometidos por delincuentes similares[5][6][7].

Perfiles criminales pdf

La elaboración de perfiles delictivos es la predicción de características específicas de sospechosos de delitos, incluidos rasgos de personalidad y patrones o tendencias de comportamiento. La elaboración de perfiles delictivos es controvertida porque no suele basarse en fundamentos científicos bien establecidos, suele ser imprecisa y se cruza fácilmente con la elaboración de perfiles raciales o étnicos, en los que se sospecha de las personas simplemente por su raza u otras características superficiales.

La elaboración de perfiles delictivos se utiliza para predecir las características psicológicas de los autores de delitos, con el fin de ayudar a la policía a orientar las investigaciones y priorizar a los sospechosos. Por ejemplo, los principios psicológicos pueden aplicarse a la información recabada de las escenas de los delitos y de las víctimas, así como de la naturaleza de los delitos, para sugerir dónde podrían vivir los sospechosos, sus tipos de trabajo, su vida social y/o sus antecedentes penales. El análisis de vínculos es una forma de elaboración de perfiles delictivos que aplica la psicología a las pruebas físicas del lugar del delito para predecir si es probable que una serie de delitos haya sido cometida por el mismo individuo. El patrón de las pruebas físicas también puede sugerir un modus operandi (MO) o firma. Un modus operandi es la forma en que se comete un delito. Una firma es algo que un delincuente debe hacer para obtener la satisfacción emocional que fue el motivo para cometer el delito, pero que no fue necesario para llevarlo a cabo. Según la elaboración de perfiles delictivos, las firmas reflejan los valores específicos que subyacen al comportamiento individual, independientemente de la gravedad de un delito. Los comportamientos característicos pueden indicar las necesidades psicológicas o emocionales de un delincuente, así como su personalidad, estilo de vida y experiencias. A diferencia de un modus operandi, que es un comportamiento aprendido sujeto a cambios, se cree que una firma es una característica inalterable de un individuo.

Técnicas de elaboración de perfiles psicológicos

El aumento de los tiroteos masivos en los últimos años ha dejado a la gente luchando por comprender el enorme alcance de cada tragedia y lo que llevó a los tiradores a cometer sus horribles actos. Cabe preguntarse: ¿Qué rasgos de personalidad tienen en común los autores de tiroteos masivos y otros criminales importantes? ¿Los criminales nacen o se hacen? ¿Cómo influyen la salud mental, la demografía y otros factores en la delincuencia?

Preguntas como éstas forman parte de un importante campo de interés para quienes estudian la delincuencia. Las personas que estudian la psicología del delito dedican sus carreras a comprender qué lleva a los delincuentes a hacer lo que hacen. Los psicólogos forenses y criminólogos utilizan sus conocimientos de psicología humana, medicina forense y neurociencia para evaluar la mente criminal. Aplican la ciencia de la mente para crear perfiles criminales de tiradores en masa, asesinos en serie, violadores e incluso una variedad de delincuentes de guante blanco para atrapar a los autores y evitar que se produzcan nuevos delitos. La esperanza es que, al comprender lo que motiva a esas personas, los psicólogos criminalistas puedan contribuir a crear una sociedad más segura y a impartir justicia penal con mayor eficacia.

Ejemplos de perfiles delictivos

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Un psicólogo criminalista estudia los comportamientos y pensamientos de los delincuentes. El interés por esta profesión ha crecido enormemente en los últimos años, gracias a los populares programas de televisión en los que aparecen psicólogos criminalistas ficticios, como Criminal Minds y CSI. Este campo está muy relacionado con la psicología forense y, en algunos casos, los dos términos se utilizan indistintamente.

Gran parte de la labor de un psicólogo criminalista consiste en estudiar por qué las personas cometen delitos. También pueden evaluar a los delincuentes para valorar el riesgo de reincidencia (la probabilidad de que la persona vuelva a delinquir en el futuro) o hacer conjeturas sobre las acciones que un delincuente puede haber llevado a cabo después de cometer un delito.

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