Enuresis nocturna infantil tratamiento psicologico
Enuresis nocturna terapia ocupacional
La enuresis se define como la evacuación repetida y espontánea de orina durante el sueño en un niño de cinco años o más.1 La enuresis puede clasificarse como primaria o secundaria, y monosintomática (sin complicaciones) o no monosintomática (es decir, con síntomas concomitantes del tracto urinario inferior). La Tabla 1 resume los tipos de enuresis.1,2 Los niños con enuresis nocturna primaria son monosintomáticos, no presentan síntomas del tracto urinario inferior aparte de la nicturia y no tienen antecedentes de disfunción vesical.1
La enuresis nocturna es tres veces más frecuente que la enuresis diurna y afecta al 6,7% de los niños pequeños y al 2,8% de los niños mayores.3,4 Es tres veces más frecuente en niños varones.5 Las causas secundarias representan menos del 25% de los casos.6,7
La enuresis nocturna primaria está causada por una disparidad entre la capacidad de la vejiga y la producción nocturna de orina y por el hecho de que el niño no se despierta cuando la vejiga está llena.8 Entre los factores asociados a la enuresis (Tabla 2) se incluyen la poliuria nocturna, la inestabilidad del detrusor y un patrón de sueño anormalmente profundo.2,8 -12 Un pequeño subgrupo de niños con enuresis nocturna primaria presentan un despertar escaso o nulo a la distensión vesical y muestran contracciones vesicales desinhibidas antes de la micción (es decir, enuresis detrusor-dependiente).9
Enuresis nocturna y ansiedad
La enuresis nocturna es un trastorno socialmente perturbador y estresante que afecta a entre el 15% y el 20% de los niños de cinco años y hasta al 2% de los adultos. Aunque existe una alta tasa de remisión espontánea, los costes sociales, emocionales y psicológicos pueden ser elevados. Las intervenciones conductuales para tratar la enuresis se definen como intervenciones que requieren un comportamiento o una acción por parte del niño que promueva la sequedad nocturna e incluyen estrategias que recompensan ese comportamiento. Las intervenciones conductuales se dividen a su vez en:(a) intervenciones conductuales simples - conductas o acciones que el niño puede lograr sin gran esfuerzo; y(b) intervenciones conductuales complejas - intervenciones conductuales múltiples que requieren un mayor esfuerzo por parte del niño y de los padres para lograrlas, incluida la terapia de alarma de enuresis. Las intervenciones conductuales simples se utilizan a menudo como un primer intento de mejorar la enuresis nocturna e incluyen sistemas de recompensa como las tablas de estrellas que se dan por noches secas, levantar o despertar a los niños por la noche para orinar, entrenamiento de control de retención para aumentar la capacidad de la vejiga (entrenamiento vesical) y restricción de líquidos. Otros tratamientos como los medicamentos, las intervenciones complementarias y diversas como la acupuntura, las intervenciones conductuales complejas y la terapia de alarma de la enuresis se consideran en otro apartado.
¿Es la enuresis un control del comportamiento
La enuresis nocturna es un problema frecuente, que afecta a unos 5 a 7 millones de niños en Estados Unidos y se da tres veces más en niños que en niñas.1 Desgraciadamente, sólo un tercio de las familias de niños con este problema tan frecuente buscan ayuda médica.1 Estudios recientes han proporcionado más información sobre la enuresis nocturna y, en general, existen tratamientos eficaces.
La Sociedad Internacional de Continencia Infantil ha recomendado la siguiente estandarización de la terminología: la enuresis nocturna es la pérdida involuntaria de orina que ocurre sólo por la noche.2 Se trata de una micción normal que ocurre en un momento y lugar inapropiados y socialmente inaceptables.2 A lo largo de los años, se han utilizado diversos términos para describir los problemas de enuresis (Tabla 1). Esta práctica ha creado confusión y ha impedido la estandarización del diagnóstico.
Los niños no se consideran enuréticos hasta que han cumplido los cinco años de edad. Los niños con discapacidad mental deben haber alcanzado una edad mental de cuatro años antes de ser considerados enuréticos. Para que se establezca el diagnóstico de enuresis nocturna, un niño de cinco a seis años debe tener dos o más episodios de enuresis al mes, y un niño mayor de seis años debe tener uno o más episodios de enuresis al mes.
Terapia cognitivo-conductual para la enuresis
La enuresis nocturna (EN) es un trastorno frecuente en la infancia en el que se producen episodios de incontinencia urinaria durante el sueño. La causa de la EN es compleja y a menudo multifactorial. La mayoría de los estudios clasifican la EN como primaria (ENP) cuando nunca se ha conseguido el control de la vejiga, mientras que la enuresis nocturna secundaria (ENS) se diagnostica clínicamente cuando la incontinencia reaparece tras 6 meses de sequedad.1 Afecta a la vida social del niño y, según una encuesta,2 los niños con enuresis describieron la enuresis como el tercer trastorno más perturbador de sus vidas, sólo por detrás del divorcio y los conflictos parentales. Dado que los padres y sus hijos rara vez encuentran una causa subyacente clara de la enuresis, a menudo responden a ella con resignación, frustración y enfado,3 lo que finalmente les lleva a interrumpir métodos de tratamiento probados y eficaces, como las alarmas de cama.4,5 Dado que la intolerancia a la EN es uno de los factores que lleva a los padres a interrumpir el tratamiento, comprender los factores que influyen en la actitud de los padres ante la enuresis es beneficioso para coordinar un plan de tratamiento integral.6,7