Desarrollo psicologico en la infancia

Developmental psychology deutsch

La primera infancia se conoce a veces como los años preescolares. Se trata de un periodo de la vida después de la infancia y antes de que el niño comience la escolarización formal. Suele ir de los 3 a los 5 años o de los 2 a los 6 años.

Hay una diferencia considerable en las proporciones corporales de un niño que entra y sale de esta etapa. Los niños pequeños tienen cabezas y estómagos grandes y brazos y piernas cortos. Pero los niños de 6 años tienden a tener cuerpos más largos y delgados a medida que su torso se alarga.

El ritmo de crecimiento físico en la primera infancia es más lento que en la infancia. El crecimiento físico general es de unos 5 cm de altura al año. Y cada año se ganan unos 2,5 kilos de peso. El niño medio de 6 años en Estados Unidos mide unos 46 centímetros y pesa unos 46 kilos. Este ritmo de crecimiento más lento se traduce en un menor apetito para los niños de entre 2 y 6 años.

Esta disminución del apetito significa que estos niños son vulnerables a las deficiencias nutricionales. Esto es especialmente cierto si esos pequeños apetitos se satisfacen con alimentos pobres en nutrición. Los preescolares pueden sufrir carencias de hierro, sobre todo si beben demasiada leche de vaca, que interfiere en la capacidad del organismo para absorber el hierro. En Estados Unidos, los niños consumen demasiada comida basura rica en grasas y azúcares. Y aunque los efectos de esa mala nutrición pueden no ser evidentes de inmediato, la preferencia por comer alimentos tan intensamente azucarados y grasos se va estableciendo y puede interferir con la nutrición en los años venideros.

¿Qué es el desarrollo psicológico en la primera infancia?

El desarrollo psicosocial del niño pequeño implica la adquisición de un sentido más claro de sí mismo, distinto del de su cuidador principal, la participación en relaciones sociales más amplias, la adquisición de autocontrol y dominio de las habilidades motoras y verbales, y el desarrollo de la independencia y del concepto de sí mismo.

¿Qué es el desarrollo fisiológico de un niño?

El desarrollo físico es uno de los muchos ámbitos del desarrollo del lactante y del niño pequeño. Está relacionado con el crecimiento y la capacidad de desarrollo del cuerpo, incluidos el cerebro, los músculos y los sentidos. Por ejemplo, los bebés aprenden sobre el mundo a medida que desarrollan sus sentidos físicos de la vista, el tacto, el olfato, el oído y el gusto.

¿Cuáles son las 5 etapas de la psicología del desarrollo infantil?

Las 5 etapas del desarrollo infantil son: desarrollo del recién nacido, desarrollo del lactante, desarrollo del niño pequeño, desarrollo del preescolar y desarrollo del niño en edad escolar.

Psicología del desarrollo

En las últimas décadas se han acumulado pruebas que demuestran que si los dentistas tienen unos conocimientos básicos sobre el desarrollo cognitivo y socioemocional de los niños, estarán mucho mejor preparados para las situaciones difíciles que puedan surgir. El objetivo de este capítulo es ofrecer al lector una visión general de los aspectos esenciales de la psicología del desarrollo. En él se describirán aquellos aspectos del desarrollo normal que resultan más útiles para los dentistas que tratan a niños "típicos" de diferentes edades. Utilizamos el término niños para la franja de edad de 0 a 12 años, y el término adolescentes para los niños de 13 a 18 años. Para la franja de 0 a 12 años, hacemos otra división en infancia (0-1), primera infancia (2-3), preescolar (4-5) y mediana infancia (6-12).

El capítulo comienza con una visión general de cómo conceptualizar el desarrollo psicológico, para seguir con aspectos más centrados relativos al desarrollo cognitivo, emocional y social en preescolares, niños en edad escolar y adolescentes. Por último, se presentan aquellos aspectos del campo de la psicopatología del desarrollo que consideramos más útiles para la odontopediatría.

Desarrollo infantil

Tómate un momento para pensar en las actividades en las que participas habitualmente. ¿Tareas domésticas? ¿Caminar? ¿Correr? ¿Jardín? ¿Palear la nieve? ¿Te consideras activo por naturaleza? Quizá piense: "Estoy tan ocupado que hasta la idea de añadir actividad física me parece ridícula". Ser físicamente activo no significa que tengamos que correr una maratón.

Ser físicamente activo es un proceso que comienza por tomar conciencia de su nivel personal de actividad y, a continuación, establecer comportamientos que mejoren su bienestar, como caminar 30 minutos tres veces por semana. Reconocer su nivel actual de actividad física es un paso importante que puede ayudarle a identificar mejor sus necesidades de salud y a desarrollar las habilidades y los conocimientos necesarios para llevar un estilo de vida saludable. En general, los miembros del personal físicamente activos tienden a estar más sanos que los que no lo son, y faltan menos días al trabajo por enfermedad. La actividad física permite al personal hacer frente a las presiones del trabajo y la vida familiar, disminuyendo el estrés y fomentando la salud mental, lo que conduce a interacciones más positivas con los niños y sus familias. Los cuidadores y profesores pueden tener en cuenta su nivel personal de actividad o inactividad a la hora de planificar experiencias de desarrollo físico y motor para los bebés y niños pequeños a su cargo.

Revista de psicología y psiquiatría infantil

ResumenAntecedentesEl estrés crónico y/o extremo en los primeros años de vida, a menudo denominado adversidad temprana, trauma infantil o estrés en los primeros años de vida, se ha asociado con una amplia gama de efectos adversos en el desarrollo. Sin embargo, aunque el estrés en los primeros años de vida se ha relacionado con efectos negativos en varios sistemas neurales, todavía no se conocen bien los mecanismos específicos a través de los cuales el estrés en los primeros años de vida influye en el desarrollo y en las diferencias individuales en los resultados de los niños. ConclusionesEl estrés en los primeros años de vida tiene efectos persistentes y generalizados en los circuitos prefrontal-hipotalámico-amigdalino y dopaminérgico que, al menos en parte, están mediados por alteraciones en la función del eje hipotalámico-hipofisario-suprarrenal. Sin embargo, hasta la fecha, esta investigación ha utilizado principalmente métodos de evaluación que se centran únicamente en la exposición de los niños a los acontecimientos. La incorporación de la evaluación de los factores que influyen en la interpretación de los niños de los factores estresantes, junto con los acontecimientos estresantes, tiene el potencial de proporcionar una mayor comprensión de los mecanismos que contribuyen a las diferencias individuales en los efectos sobre el neurodesarrollo del estrés en los primeros años de vida. Esto puede ayudar a dilucidar los mecanismos específicos a través de los cuales estos cambios neurobiológicos influyen en el desarrollo y contribuyen al riesgo de psicopatología y trastornos de salud.

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