Psicología adolescentes sin amigos

La amistad en la adolescencia ensayo

Los adolescentes suelen enfrentarse a tensiones y retos cada vez mayores porque se encuentran en puntos de inflexión fisiológicos y psicológicos de sus vidas. El apoyo social les resulta beneficioso para afrontar estos retos. Los padres, los profesores y los compañeros suelen proporcionar distintos tipos de apoyo social. Los compañeros ofrecen principalmente apoyo emocional e informativo (Hombrados-Mendieta et al., 2012; Wentzel et al., 2016). Los investigadores han descubierto que los adolescentes se quedan hasta tarde en el colegio y salen con sus iguales a menudo (Larson et al., 1996; Tarrant, 2002), y suelen buscar el apoyo de sus iguales para resolver problemas (Bokhorst et al., 2010). Los investigadores también han descubierto que el apoyo social de los iguales aumenta mientras que el de los padres y profesores disminuye a lo largo de todo el periodo de la adolescencia (Bokhorst et al., 2010; Hombrados-Mendieta et al., 2012). Así pues, los iguales son una fuente importante de apoyo social para los adolescentes.

El apoyo de los iguales se denomina apoyo entre iguales, que puede definirse como apoyo emocional o educativo y un "oído atento" para los demás en un grupo de iguales (Cowie, 2019). Los adolescentes que reciben más apoyo de sus compañeros a menudo informan de menos problemas de conducta (McElhaney et al., 2006; Holt y Espelage, 2007), tienen mejores resultados académicos (Elias y Haynes, 2008; Song et al., 2015) y experimentan más satisfacción con la vida (Danielsen et al., 2009) y menos angustia psicológica, como ansiedad y síntomas depresivos (Desjardins y Leadbeater, 2011; Coyle et al., 2017). En general, el apoyo entre iguales desempeña un papel importante en el desarrollo de los adolescentes.

¿Cómo contribuye la amistad al desarrollo de los adolescentes?

Tener amigos mejora el bienestar, las actitudes hacia el aprendizaje y el rendimiento académico. Tener amigos íntimos está relacionado con el éxito escolar y en la vida adulta. Por lo tanto, desarrollar y mantener amistades es importante para el desarrollo social, emocional, psicológico y moral del niño.

Las buenas amistades permiten a los niños aprender y practicar importantes habilidades sociales y emocionales. Por ejemplo, comunicarse eficazmente, llevarse bien con los demás, afrontar y resolver problemas, autorregular las emociones y comprender y responder a las reacciones y puntos de vista de los demás. Dentro de los grupos de amigos, los niños desarrollan su capacidad para reflexionar sobre las cuestiones que surgen entre amigos, negociar y resolver problemas.

Los niños sin amigos tienen más probabilidades de sufrir depresión y ansiedad que los que tienen al menos un amigo. También son más propensos a sufrir experiencias de victimización y rechazo. [2]

Tener un solo amigo comprensivo, leal y digno de confianza favorece el desarrollo de la resiliencia psicológica[3]Graber, R., Turner, R. y Madill, A. (2015), Best friends and better coping: Facilitating psychological resilience through boys' and girls' ... Continúa leyendo Ayuda a desempeñar un papel protector cuando se gestionan las relaciones con un compañero difícil, un grupo de iguales o el acoso escolar. La calidad de una amistad puede influir en la resiliencia, proporcionando un amortiguador contra el estrés y los acontecimientos vitales estresantes. Los amigos íntimos suelen hablar con regularidad, participar en actividades prosociales y aprender habilidades de competencia social y resolución de conflictos.

Problemas de amistad en secundaria

Las amistades son increíblemente importantes durante la adolescencia. Las amistades adolescentes ayudan a los jóvenes a tener un sentimiento de aceptación y pertenencia. Apoyan el desarrollo de la compasión, el cariño y la empatía, y son una parte importante de la formación de un sentido de identidad fuera de la familia. Además, las amistades adolescentes pueden ser un apoyo increíble para ayudar a los adolescentes a superar los momentos difíciles.

Un estudio que utilizó datos de más de 111.000 adolescentes descubrió que los adolescentes integrados en redes de amistad tenían mejor salud mental, medida por una serie de síntomas depresivos. Las conclusiones dejaron claro que los adolescentes con más amigos presentaban menos síntomas de depresión y tenían un mayor sentimiento de pertenencia.

Las amistades entre iguales también pueden ayudar a los adolescentes a superar situaciones difíciles. Un estudio de 2021 descubrió que los adolescentes que tenían amistades fuertes antes de la pandemia eran menos propensos a interiorizar el estrés del aislamiento y el distanciamiento social. Estas conexiones ayudaron a reducir la soledad, la depresión y la ansiedad de los adolescentes.

Psicología adolescentes sin amigos del momento

Las amistades fuertes en la adolescencia rinden frutos en la edad adulta : Shots - Health News Los investigadores han descubierto que las personas con amistades profundas en la adolescencia tenían menos ansiedad y un mayor sentido de la autoestima en la edad adulta temprana. Los amigos íntimos importan, según su estudio.

David Thomas y yo nos conocimos cuando teníamos unos 5 años. El pasado fin de semana celebramos su 26 cumpleaños, lo que supone casi dos décadas de amistad. Una vez, mientras caminábamos por la calle, un hombre nos miró y dijo: "¡A que son Harold y Kumar!". Seguramente se estaba burlando de nuestra raza, pero quizá también se dio cuenta de lo cómodos que estábamos el uno con el otro. La comparación encaja en más de un sentido, ya que David es mi amigo más antiguo y cercano. David es ahora estudiante de doctorado y yo soy periodista científica. Ambos hemos leído investigaciones sobre el efecto que pueden tener las amistades en la salud mental, y un estudio publicado el lunes en Child Development nos pareció especialmente relevante. La investigación sugiere que los vínculos de la adolescencia pueden tener una gran influencia en la salud mental de una persona durante años. "Los hallazgos nos dan buenas pruebas de la importancia de las amistades de la adolescencia, no sólo a corto plazo, sino también en la edad adulta", dice Catherine Bagwell, psicóloga del Oxford College de la Universidad de Emory, que no participó en el estudio. "No hemos tenido demasiados hallazgos sólidos y rigurosos como éste".

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